miércoles, 16 de mayo de 2012

Lectura 2: La urbanización como fenómeno cultural


·        Resumen.

En esta lectura se hace un repaso sobre la evolución de las ciudades en Europa en diferentes épocas. Desde la época romana, pasando por la Edad Media hasta la actualidad el espacio urbano ha ido sufriendo modificaciones a distintos ritmos fruto del legado de las diferentes civilizaciones, corrientes culturales y realidades socioeconómicas que según la época en la que sucedieron, la aportación de cada una de ellas era en mayor o menor grado. Asimismo el peso de que cada uno de estos factores ha sido variable, dependiendo de la época en que se dieron, pero con una tendencia importante hacia el factor de la realidad socioeconómica que rompe claramente con la concepción del espacio urbano que se tenía con anterioridad a la Revolución industrial.

Desde la antigüedad distintas civilizaciones como la romana o la griega fueron las pioneras en Europa en la fundación de ciudades, cuyo emplazamiento obedecía a criterios funcionales. Se continúa con una segunda etapa en la afloración de ciudades durante la Edad media, dejando un amplio legado histórico-artístico cuyo trazado viario según el autor del texto “ha sido utilizado por los ciudadanos hasta el día de hoy”. En este recorrido se nos describen las diversas tipologías de ciudades con sus características: la trama ordenada en torno al templo y al ágora de la ciudad griega, la ciudad romana con el plano en damero, la ciudad medieval que adapta su trama regular a la topografía y al medio, o la ciudad barroca con sus espacios abiertos y al encuentro de la perspectiva; todas ellas obedecen a la “idea del orden” como indica el autor. Una idea del orden que se va fraguando con el lento crecimiento de las ciudades, la cual será la tónica justo hasta antes de la 1ª Revolución industrial. Así la aparición de diferentes tipologías urbanas que se suceden durante las distintas épocas en las que se dan, presentan una armonía entre sí, que sólo se rompe durante la revolución industrial.

Una revolución industrial iniciada primero en Inglaterra en el siglo XVIII y posteriormente en el resto de Europa, que rompe con la armonía con la que se venía dando el desarrollo de las ciudades. Los criterios económicos se superponen a las bases sobre las que las ciudades habrían funcionado y expandido hasta ese momento. El comercio, la actividad industrial y los servicios, tanto para la empresa como para la población aumentan. Las ciudades se convierten en centros funcionales y hay una sectorización del espacio funcional. A la vez tanto el espacio urbano como el medio en el que se desarrolla se degradan. El urbanismo pasa a ser un agente de destrucción, sustitución o remodelación de los espacios urbanos preexistentes. También empiezan a surgir ideas urbanistas para intentar superar y mejorar el modelo urbanístico que imperaba. Estas ideas se enmarcan dentro del utopismo, como el socialismo a través del urbanismo colectivista u otras como la idea de Ciudad-Jardín que sí tendrá éxito, y es considerada por algunos como deseable a día de hoy.

Dentro del conjunto de ideas que intentan superar los problemas surgidos nace una corriente que es la que va a conseguir una mayor aceptación e implantación: el Racionalismo. Esta corriente filosófica llevada al urbanismo propone una planificación del desarrollo urbano. La zonificación y la jerarquización serán los dos pilares por donde se desarrollará esta concepción del urbanismo. Con todo esto, este modelo no está exento de problemas ya que pese a la planificación, el tamaño de las ciudades alcanzado en función de las economías de aglomeración ha planteado serios problemas bien conocidos. Así, en las últimas décadas se observa una nueva tendencia: la revitalización de las pequeñas y medianas ciudades, y también del mundo rural. La revitalización de estos espacios es un hecho, ya que se vuelve a concepciones y prácticas del pasado que se centran sobre todo en la cultura ambiental y en el espacio entendido como ámbito artístico.

También se nos habla de la preferencia del modelo de ciudad presente en Europa y también de la situación por la que han pasado a lo largo del siglo XX allí donde se han implantado. La Ciudad jardín fue una realidad en los países de cultura anglosajona mientras que los bloques de vecino en el resto de Europa, incluida la URSS. Aunque se matiza que de hecho la Ciudad jardín antes de la 2ª guerra mundial estaba presente y aceptada en la Europa continental. El modelo de bloques de vecinos imperantes en los países del centro y este de Europa consiguió un cierto equilibrio en la red urbana, pero a costa del medio ambiente y otras deficiencias.

Así para terminar, se nos plantea el problema de que en la actualidad la acumulación o exceso de funciones es uno de los grandes problemas del modelo de ciudad actual. Una centralización a lo largo de décadas de diferentes funciones no ha hecho más que concentrar funciones en un espacio limitado, del que han surgido numerosos problemas y ha conseguido deteriorar ese espacio. Como una de las soluciones, se plantea la sustitución del actual modelo de ciudad por uno que se centre más en la complementariedad de funciones y en el avance de la sociedad y transporte de la información. Un paso del modelo unidireccional al modelo multinodal.

·        Urbanización y cultura en América latina y América anglosajona.

La colonización de América por parte de España y Portugal por un lado, y por Inglaterra y Francia por otro, tuvieron dos modelos de evolución diferentes que se plasmaron en la urbanización y cultura en los territorios que ocuparon. España y Portugal reflejaron el modelo urbano y la sociedad existentes en la metrópoli, mientras que Inglaterra y Francia basaron su colonización en la explotación y crecimiento económico de los territorios ocupados. Los primeros quisieron reflejar la urbanización y la cultura mediante la creación de ciudades mientras que los segundos, la finalidad era el progreso económico, de ahí que no centrasen sus esfuerzos en la creación de ciudades.

·        ¿Qué es la Ciudad-jardín?

La Ciudad-jardín es un modelo de ciudad ideada en la Inglaterra del siglo XIX que planteaba la creación de nuevas ciudades donde se aglutinasen los servicios, los puestos de trabajos y las residencias para una población no muy grande en número, creando un anillo verde alrededor de ésta. La distribución de los diferentes elementos estaría basada en una distribución racional en anillos.

·        La cultura en la ciudad actual.

La cultura en la ciudad actual está en proceso de revitalización, ya que hasta hace poco en las ciudades pese a la planificación, en el mercado de economías de aglomeración en el que se desarrollaron, acabaron por aparecer desequilibrios que han hecho de las ciudades grandes centros de servicios y funciones, pero muy incómodos para la ciudadanía en diversos aspectos. Las ciudades de tamaño medio y pequeño junto con los núcleos rurales son los nuevos centros que se están desarrollando en un contexto de puesta en valor ambiental y de los rasgos artísticos en el ámbito urbano.

·        Valoración crítica.

A lo largo de los siglos la aportación cultural a los espacios urbanos de las diferentes civilizaciones y corrientes artísticas en Europa ha sido una constante hasta antes de la 1ª Revolución industrial, período en el que el ritmo de crecimiento y características urbanas cambia por completo. La complementariedad o substitución de las diferentes tipologías urbanas y arquitectónicas ha sido el rasgo que ha definido la evolución de la ciudad a lo largo de las diferentes épocas. Esta evolución como bien se ha dicho antes, ha sido armoniosa y ha ido aportando riqueza cultural en el ámbito urbano, además de conseguir una integración paisajística enriqueciendo ese espacio en ciertas épocas históricas. Pero dicha evolución urbana efectuada de manera armoniosa se va a romper con el inicio de la revolución tecnológica que representa la actividad industrial acaecida en un principio en Inglaterra, y posteriormente en el resto de Europa. La ciudad deja de ser un espacio cultural que consigue integrarse en armonía con el medio que lo rodea. El ritmo de crecimiento urbano y las actividades económicas que priman y centran ese crecimiento van haciendo de la ciudad un espacio degradado donde los valores cultural y ambiental quedan relegados por el interés económico. Es en ese espacio degradado donde empiezan a surgir los primeros síntomas de desequilibrios que repercuten en la población y el espacio que habitan. Desde entonces ha habido intelectuales que han intentado buscar soluciones a esos problemas que ha conllevado tal revolución industrial. Pero aún así, y pese a que en las últimas décadas la planificación urbana y de los espacios ha logrado poner cierto orden en el crecimiento urbano y las funciones que en ese mismo espacio se realizan, los problemas asociados a ese crecimiento y las actividades que se realizan han ido en aumento. Las grandes ciudades pese a ser espacios multifuncionales y mejor dotados en infraestructuras y servicios, no han conseguido ser espacios más agradables para la gente. Por ello, entre otros motivos, la gente busca alternativas en las ciudades de menor tamaño o en los núcleos rurales para recuperar ciertas ventajas que estos espacios ofrecen. En la sociedad de la información y de las tecnologías éstas representan una oportunidad para buscar el equilibrio en el sistema urbano, ya que las tecnologías actuales permiten que los espacios urbanos y rurales que por los procesos económicos y la expansión urbana de los grandes ciudades de antaño hicieron perder peso demográfico y funcional a estos espacios, vuelvan a recuperar una vitalidad por las ventajas comparativas que ofrecen a los ciudadanos. La 3ª Revolución Tecnológica está permitiendo que se estén abriendo nuevas posibilidades para los espacios periféricos (Ferrás, 2007), y llevándolo al ámbito urbano, permiten una complementariedad funcional entre los asentamientos urbanos, pudiéndose conformar una red urbana polinuclear que sería una evolución de los planteamientos urbanos y regionales hasta el momento implantados. Las industrias de la información abren nuevas oportunidades y como especifica el profesor Carlos Ferrás (2007), permiten salvar los determinantes físicos de la sociedad industrial en espacios rurales poniendo como ejemplos el progreso tecnológico acaecido en espacios agrarios en Bangalore o en Dalian. 

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